Thursday, March 15, 2012

Sobre por qué me gusta más la Copa Libertadores que la Champions

Muchos dicen que la Champions es el mejor torneo del mundo. Tienen argumentos de peso: lo juegan los mejores, participan los clubes más poderosos, y se juega en los mejores estadios. Es decir, una película con los mejores actores, con productores todopoderosos y con escenarios que proporcionan una excelente fotografía. Pero el fútbol va mucho más allá de lo estético, va mucho más allá del derroche de millones y las grandes contrataciones. En el fútbol hay unos valores implícitos de honor, superación, sacrificio, hombría y pundonor que están mejores representados en la Libertadores que en la Champions.

En principio muchos jugadores que participan de la Copa Libertadores no están jugando solo por el fútbol, es su oportunidad de mostrarse y luego garantizar un futuro económico a su familia. En un deporte tan competitivo y en una vida laboral tan corta como la del futbolista, la Libertadores es el torneo que los puede sacar adelante. Por eso, la tensión en cada partido, por eso los amagos de pelea constante, las lagrimas en la derrota y los grandes abrazos en la victoria. No sólo se está jugando un partido de fútbol, se está garantizando un futuro. Esto le pone un picante, le da un valor, del que carece todo el lujo de la Champions.

Yo veo Champions y lo disfruto por lo estético, pero rara vez veo a los jugadores del equipo perdedor llorando o frustrados. Se van tranquilos y siguen su vida de lujos. A Cristian Ronaldo lo eliminan de la Champions, puede hacer cara de amargado ante las cámaras, pero luego se pone su ipod, va a su casa, abre su garaje y ve más de media docena de carros deportivos. Cristiano es un consolidado. En lo personal yo disfruto ver a los anónimos, a esos jugadores que buscan superarse, a esos que apenas están terminando su adolescencia y no se arrugan ante un estadio adverso. Esos que se atreven a tirar un túnel, a hacer un ocho, a intentar un gol de vaselina. Del mismo modo, disfruto ese cinco, ese que marca como un perro de caza, ese que se come la cancha y se va a la duchas bañado de sudor.

Lo lindo de esta Libertadores es que a estos anónimos, a esos futuros jugadores que van a alimentar al fútbol europeo, se les suma los veteranos, que como los buenos hijos vuelven a casa, me refiero a los exquisitos de Riquelme, Deco, Ronalhdiho Gaucho, “el chino” Recoba, y “el pocho” Insua. Si a estos les sumamos los que están por irse, pero no se han ido: Ganso, Neymar, Pabon, tenemos un torneo que mezcla la hombría con el talento y el músculo con la magia.

También me gusta de la Libertadores que es un torneo corto, son menos de seis meses, y esto permite que entre partido y partido no haya que esperar una eternidad. Además, es un torneo que tiene más jugadores de la casa que mercenarios. A excepción del Barcelona, y tal vez el Bayern Munich, los jugadores de los equipos poderosos de Europa, son unos mercenarios (así besen el escudo de la camiseta). En la Libertadores vemos muchos más hinchas que juegan al fútbol y esto lo hace para mí un mejor torneo. Una cosa es defender los intereses de la familia y otra que paguen por defender los intereses de una familia ajena.

Al ver la Champions y compararla con la Libertadores, recuerdo una frase de Oscar Wilde: “Hoy en día la gente conoce el precio de todo, pero el valor de nada”. Me parece que los jugadores de la Champions saben el precio del triunfo, pero los jugadores de la Libertadores saben el valor de la superación.

1 comment:

  1. La UCL podría ser incluso mejor que un mundial, por lo jugadores que tienen muchos equipos que no logran acceder a la cita mundialista, es por esto que considero mucho mas apasionante y por ende mejor la UCL que cualquier otro torneo de clubes en el mundo. Claro esta, que disfruto de la Libertadores, y trato de ver cada uno de los partidos, y es cierto que se corre, y se mete mucho, pero de futbol poco, de hecho muy poco, tanto asi, que el nivel sudamericano se equilibró, pero por la bajo, y esta situación se presenta por el juego sucio, mentalidad pobre que tenemos (y que llamamos malicia indigena) al quemar tiempo, simular faltas, esconder balones, braviar al arbitro, entre otras. Si nuestro pueblo sudamericano, volviera a sus raices de jugar a la pelota mas corrrer y meter, sin duda la Libertadores volvería a ser el torneo importante de otrora, aunado a lo anterior es menester nivelar los cupos por paises, y dejar de meternos a los charruas y cariocas por los ojos. Me gusta la Libertadores, la sigo siempre, pero ahhhh bajonazo tan terrible en el que anda, y aprovecho este espacio para vaticinar que este año se queda en el país de la samba. Buen post!!!!

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