Tuesday, July 16, 2013

Sobre Polanski y su vida de quiebres

La última vez que Roman Polanski vio a su madre, agentes de la SS llegaron a su apartamento en el gueto de Cracovia para llevársela a Auschwitz, ella estaba embarazada y él apenas era un niño. Sin embargo, esta no fue su mayor tragedia. A sus 36 años tenía el mundo a sus pies, siendo un director de cine consolidado en Hollywood y Europa, casado con la actriz Sharon Tate. En 1969 ella fue asesinada (también embarazada) en su casa por el clan Manson. Este hecho es la tragedia más grande de su vida, así lo afirmó en el documental “Roman Polanski: A Film Memoir”.

Este es uno de los mejores documentales que he visto. Una profesora de periodismo me enseñó que las vidas más interesantes son las que tienen los puntos de quiebre más agudos. Vidas que pasan del anonimato y la frustración al reconocimiento y el aplauso; de las premiaciones a la cárcel; de la ilusión de un natalicio al dolor de un entierro. Esa es la vida de Polanski: la antítesis de una vida plana.
El documental que tiene una estructura cronológica empieza contando lo duro que fue su vida en el gueto judío en Polonia. Polanski recuerda a su primer amigo y como un día se lo llevaron los nazis, nunca lo volvió a ver. Recuerda los pequeños espacios que su familia debía compartir con otras familias judías. Recuerda como su padre fue golpeado por un nazi porque no le gustó la forma como lo saludó. Recuerda que después de muchos días de hambre y sed, su padre consiguió unas latas de pepinos: el placer que le causó las primeras mordidas, y luego el malestar de  semanas comiendo lo mismo. (Estas vivencias las usó en varias escenas de la película que él considera su mejor trabajo: El Pianista -ganador al Oscar como mejor director en 2002-).

Su entrevistador es un viejo amigo, y coautor de algunos de sus guiones, (fue la persona que contestó la llamada cuando le avisaron de la muerte de Tate y cinco personas más). Él le pregunta cómo aprendió a leer (en los años de ocupación Nazi, los judíos no iban a la escuela), Polanski respondió “En el cine, viendo los subtítulos de las películas alemanas, que por cierto eran de muy mala calidad”.
Con la derrota de los alemanas la vida de Polanski empieza a cambiar, ahora está bajo un régimen comunista (al principio de la salida de los nazis hubo una fuerte escases de alimentos y los polacos sufrieron de hambruna). Polanski que empezó su vida artística en la radio y luego tuvo algunos papeles en películas, intentó estudiar actuación, pero para el régimen comunista él era un marginal: no venía de una familia ni obrera, ni campesina. Por el contrario el régimen acusaba a su padre “de tener iniciativa privada”. Por ello, su aplicación para estudiar actuación siempre fue rechazada.

Sin ningún tipo de luz sobre su futuro, le ofrecieron un nuevo papel en una película. Durante el rodaje le sugirieron que estudiara dirección de cine. Él estaba incrédulo, si ya lo habían rechazado de actuación, habiendo sido actor en la adolescencia, era poco probable su admisión. Sin mucha esperanza aplicó, y para su sorpresa fue aceptado.

Al terminar sus estudios, ya estaba listo para realizar su primer largometraje, pero su guión tenía que ser aprobado por un comité y éste lo rechazo. Polanski estaba destruido, se fue a Paris a la casa de su hermana (Él nació en Francia, pero cuando era muy niño sus padres volvieron a Polonia).
Sin embargo, con el paso del tiempo el régimen comunista se estaba volviendo más laxo. Presentó el mismo guión sin hacerle ninguna modificación. Esta vez fue aprobado. En 1962, a sus 29 años Polanski realizó su primer largometraje “Knife in the water”. Pero, la película recibió fuertes críticas de los medios y las autoridades polacas.
 
Polanski destrozado por la crítica se fue a vivir a Inglaterra, estaba buscando nuevos proyectos, pero todas sus ideas eran rechazadas. Era un joven más tratando de hacer cine. El dinero se les estaba acabando, y cuando las papas empezaban a quemar, llegó la noticia que cambiaría su vida: la película que tantas críticas recibió en Polonia, empezó a recibir muy buenos comentarios en los festivales. Su largometraje fue nominado al Oscar como mejor película extranjera (El Oscar lo ganaría Fellini por 8 1/2).
 
Con este reconocimiento, se le empezaron a abrir las puertas. Sus proyectos antes rechazados se volvieron realidad. Durante estos años sus películas conquistaron el mercado europeo y luego el de EE.UU. Se casó con la actriz Sharon Tate, y cuando la vida se acercaba a la perfección, pasó lo inesperado: en 1969 su esposa fue asesinada en su casa en Los Angeles, y la policía lo empezó a investigar como sospechoso, a pesar que el día del asesinato se encontraba en Londres.

Las autoridades estaban perdidas, nadie sabía quién pudo haber sido el culpable. Polanski con la ayuda de sus amigos recogieron una buena cantidad de dinero y ofrecieron una generosa recompensa. Susan Atkins quien era parte del clan Manson, estaba en la cárcel por un crimen no relacionado, ella empezó a ufanarse con sus compañeras de celda, de haber cometido el asesinato. Sus compañeras la delataron, y así fue como agarraron al clan Manson (Al parecer Charles Manson era un músico frustrado y la casa de Polanski y Tate, meses atrás había sido propiedad de un producto musical que había rechazado el trabajo de Manson).
Polanski quedó de nuevo destrozado y desubicado, sin embargo siguió trabajando y consolidándose como una gran cineasta. Pero la tragedia y los problemas no pararían ahí. Ocho años después del asesinato de su esposa, en 1977 aceptó ser culpable de tener relaciones sexuales con una menor de edad (ella tenía 13 años, él tenía 44). Fue enviado a la cárcel, donde fue evaluado por psiquíatras. Estos concluyeron que Polanski no era un depravado sexual ni un riesgo para la sociedad. En el documental muestran al juez como una persona corrupta, que estaba buscando figurar a costa de su celebridad. El polaco no aguantó más, su vida y libertad estaban en las manos de un juez que no ofrecía ninguna garantía. Huyó de los Estados Unidos y se asiló en Francia.

Estando en Francia rehízo su vida, se volvió a casar y tuvo dos hijos. Siguió realizando películas de alta factura. Después de una vida llena de altibajos, parecía que empezaba a disfrutar de la tranquilidad que dan los años y que otorga la rutina. Pero su vida nunca ha sido plana, y un nuevo golpe lo esperaba: El festival de Zurich (un festival joven) lo invitó para premiarlo por su larga trayectoria. En septiembre de 2009 Cuando aterrizó en Zurich la policía lo detuvo, por que los EE.UU lo solicitaba en extradición. Su vida como director y padre, estaban a una decisión de quedar encerrada para siempre. Al final de meses de incertidumbre, y esperando en una celda, el gobierno de Suiza decidió no extraditarlo.
Al final del documental el entrevistador cita una estrofa de if, un poema de Kipling “If you can meet with thriumph and disaster and treat those two imposters just the same”. Le dice a su amigo Roman, "yo creo que esta frase define tu vida".

Esa frase me recordó una de Borges que dice “Triunfamos y fracasamos menos de los que creemos”, esta frase no cabe en la vida de Polanski, una persona que conoció el dolor extremo, y el dulce sabor de boca que tiene el saber que la pisada dejó huella.

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