La
última vez que Roman Polanski vio a su madre, agentes de la SS llegaron a su
apartamento en el gueto de Cracovia para llevársela a Auschwitz, ella estaba
embarazada y él apenas era un niño. Sin embargo, esta no fue su mayor tragedia.
A sus 36 años tenía el mundo a sus pies, siendo un director de cine consolidado
en Hollywood y Europa, casado con la actriz Sharon Tate. En 1969 ella fue
asesinada (también embarazada) en su casa por el clan Manson. Este hecho es la
tragedia más grande de su vida, así lo afirmó en el documental “Roman Polanski: A Film Memoir”.
Este
es uno de los mejores documentales que he visto. Una profesora de periodismo me
enseñó que las vidas más interesantes son las que tienen los puntos de quiebre
más agudos. Vidas que pasan del anonimato y la frustración al reconocimiento y
el aplauso; de las premiaciones a la cárcel; de la ilusión de un natalicio al dolor
de un entierro. Esa es la vida de Polanski: la antítesis de una vida plana.
El
documental que tiene una estructura cronológica empieza contando lo duro que
fue su vida en el gueto judío en Polonia. Polanski recuerda a su primer amigo y
como un día se lo llevaron los nazis, nunca lo volvió a ver. Recuerda los pequeños
espacios que su familia debía compartir con otras familias judías. Recuerda
como su padre fue golpeado por un nazi porque no le gustó la forma como lo
saludó. Recuerda que después de muchos días de hambre y sed, su padre consiguió
unas latas de pepinos: el placer que le causó las primeras mordidas, y luego el
malestar de semanas comiendo lo mismo. (Estas
vivencias las usó en varias escenas de la película que él considera su mejor
trabajo: El Pianista -ganador al Oscar como mejor director en 2002-).
Su
entrevistador es un viejo amigo, y coautor de algunos de sus guiones, (fue la
persona que contestó la llamada cuando le avisaron de la muerte de Tate y cinco
personas más). Él le pregunta cómo aprendió a leer (en los años de ocupación
Nazi, los judíos no iban a la escuela), Polanski respondió “En el cine, viendo
los subtítulos de las películas alemanas, que por cierto eran de muy mala
calidad”.
Con
la derrota de los alemanas la vida de Polanski empieza a cambiar, ahora está
bajo un régimen comunista (al principio de la salida de los nazis hubo una fuerte
escases de alimentos y los polacos sufrieron de hambruna). Polanski que empezó
su vida artística en la radio y luego tuvo algunos papeles en películas, intentó
estudiar actuación, pero para el régimen comunista él era un marginal: no venía
de una familia ni obrera, ni campesina. Por el contrario el régimen acusaba a
su padre “de tener iniciativa privada”. Por ello, su aplicación para estudiar
actuación siempre fue rechazada.
Sin
ningún tipo de luz sobre su futuro, le ofrecieron un nuevo papel en una
película. Durante el rodaje le sugirieron que estudiara dirección de cine. Él estaba
incrédulo, si ya lo habían rechazado de actuación, habiendo sido actor en la adolescencia,
era poco probable su admisión. Sin mucha esperanza aplicó, y para su sorpresa
fue aceptado.
Al
terminar sus estudios, ya estaba listo para realizar su primer largometraje, pero
su guión tenía que ser aprobado por un comité y éste lo rechazo. Polanski
estaba destruido, se fue a Paris a la casa de su hermana (Él nació en Francia,
pero cuando era muy niño sus padres volvieron a Polonia).
Sin
embargo, con el paso del tiempo el régimen comunista se estaba volviendo más
laxo. Presentó el mismo guión sin hacerle ninguna modificación. Esta vez fue
aprobado. En 1962, a sus 29 años Polanski realizó su primer largometraje “Knife in the water”. Pero, la película
recibió fuertes críticas de los medios y las autoridades polacas.
Polanski
destrozado por la crítica se fue a vivir a Inglaterra, estaba buscando nuevos proyectos,
pero todas sus ideas eran rechazadas. Era un joven más tratando de hacer cine. El
dinero se les estaba acabando, y cuando las papas empezaban a quemar, llegó la
noticia que cambiaría su vida: la película que tantas críticas recibió en Polonia,
empezó a recibir muy buenos comentarios en los festivales. Su largometraje fue
nominado al Oscar como mejor película extranjera (El Oscar lo ganaría
Fellini por 8 1/2).
Con
este reconocimiento, se le empezaron a abrir las puertas. Sus proyectos antes rechazados
se volvieron realidad. Durante estos años sus películas conquistaron el mercado
europeo y luego el de EE.UU. Se casó con la actriz Sharon Tate, y cuando la
vida se acercaba a la perfección, pasó lo inesperado: en 1969 su esposa fue
asesinada en su casa en Los Angeles, y la policía lo empezó a investigar como
sospechoso, a pesar que el día del asesinato se encontraba en Londres.
Las
autoridades estaban perdidas, nadie sabía quién pudo haber sido el culpable.
Polanski con la ayuda de sus amigos recogieron una buena cantidad de dinero y
ofrecieron una generosa recompensa. Susan Atkins quien era parte del clan
Manson, estaba en la cárcel por un crimen no relacionado, ella empezó a ufanarse
con sus compañeras de celda, de haber cometido el asesinato. Sus compañeras la
delataron, y así fue como agarraron al clan Manson (Al parecer Charles Manson
era un músico frustrado y la casa de Polanski y Tate, meses atrás había sido
propiedad de un producto musical que había rechazado el trabajo de Manson).
Polanski
quedó de nuevo destrozado y desubicado, sin embargo siguió trabajando y
consolidándose como una gran cineasta. Pero la tragedia y los problemas no
pararían ahí. Ocho años después del asesinato de su esposa, en 1977 aceptó ser
culpable de tener relaciones sexuales con una menor de edad (ella tenía 13 años,
él tenía 44). Fue enviado a la cárcel, donde fue evaluado por psiquíatras.
Estos concluyeron que Polanski no era un depravado sexual ni un riesgo para la
sociedad. En el documental muestran al juez como una persona corrupta, que estaba
buscando figurar a costa de su celebridad. El polaco no aguantó más, su vida y
libertad estaban en las manos de un juez que no ofrecía ninguna garantía. Huyó
de los Estados Unidos y se asiló en Francia.
Estando
en Francia rehízo su vida, se volvió a casar y tuvo dos hijos. Siguió
realizando películas de alta factura. Después de una vida llena de altibajos,
parecía que empezaba a disfrutar de la tranquilidad que dan los años y que
otorga la rutina. Pero su vida nunca ha sido plana, y un nuevo golpe lo
esperaba: El festival de Zurich (un festival joven) lo invitó para premiarlo
por su larga trayectoria. En septiembre de 2009 Cuando aterrizó en Zurich la
policía lo detuvo, por que los EE.UU lo solicitaba en extradición. Su vida como
director y padre, estaban a una decisión de quedar encerrada para siempre. Al
final de meses de incertidumbre, y esperando en una celda, el gobierno de Suiza
decidió no extraditarlo.
Al final del
documental el entrevistador cita una estrofa de if, un poema de Kipling “If
you can meet with thriumph and disaster and treat those two imposters just the
same”. Le dice a su
amigo Roman, "yo creo que esta frase define tu vida".
Esa
frase me recordó una de Borges que dice “Triunfamos y fracasamos menos de los
que creemos”, esta frase no cabe en la vida de Polanski, una persona que
conoció el dolor extremo, y el dulce sabor de boca que tiene el saber que la pisada
dejó huella.
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