Sobre la Copa América 2011, su favorito y la mentalidad mediocre del Bolillo

Se viene nuestra fiesta. No tiene el glamur ni todos los invitados de lujo de un Mundial. Pero bueno, fiesta es fiesta, y así sea solo con los vecinos hay muchas razones para disfrutar del baile. El anfitrión es de primera y acá también hay invitados de lujo.

Después de 24 años la fiesta vuelve a Argentina y con ella el deseo de Brasileros y Uruguayos de amargarles la fiesta a los gauchos. Los colombianos como siempre nos conformáremos con hacer un buen papel, es decir nos sentaremos a ver como los otros bailan con la más linda.

Argentina dirigida por Batista y liderada por Messi es la gran favorita para coronarse campeón después de 18 años de sequia. Sus mayores argumentos son la localia y una ofensiva de lujo. Argentina lo tiene muy claro, es gloria o fracaso. No tienen otra opción que el número uno en el podio. Sin embargo, el camino no será fácil, a los brasileros les gusta ganarles a los argentinos y cuando a los brasileros les da por jugar y no irse de juerga es muy difícil ganarles (recordemos que Brasil le ha ganado las dos últimas finales a Argentina). A ellos se les suma los charrúas, estos vienen envalentonados luego de llegar a una semifinal en el Mundial. Tienen un equipo casi idéntico al de hace un año (hasta mejor porque se le suma un creativo como Lodeiro) y en Argentina jugaran casi como locales.

Pero cuidado que los problemas de Argentina no solo están en las fortalezas de sus rivales, en su interior tienen debilidades. Tiene una defensa muy vulnerable, sobre todo en el costado izquierdo. El arquero no da garantías y los centrales son lentos y pesados. Los equipos campeones empiezan por la defensa y guardando el cero, y este equipo no se le va solides atrás. Además, veo que el estilo de Batista de jugar tipo Barcelona, no pega con el sentir de la camiseta Argentina. Por ahí se confunden, y si los agarra un equipo bravo, no hay Cristina K, ni ayuda de árbitro que valga.

Sus limitantes en la defensa, contrastan con su virtud en el ataque. Arriba tienen dinamita: Messi, Di María, Higuain, Tevez y Agüero. Una ofensiva de temer. Los gauchos van a anotar, y si agarran a un equipo mal parado lo llenan. Para sacarle un cero a esta Argentina, se necesitara mucha suerte y a un Mourinho. Además, Zanetti y Cambiasso le pueden dar mayor equilibrio a esta Argentina en comparación a la que jugó el mundial.

Pero como en toda fiesta del fútbol, nunca hay que olvidar al invitado de oro: Brasil. Las brasileras no se cansan de parir genios. Su última creación es Neymar, qué calidad que tiene, qué jugador completo. Si no hace gol, hace pase gol. Si no le llega el balón, baja a la mitad lo recoge y lo lleva. Si está muy congestionada la banda derecha, se pasa a la izquierda. Si el defensor ya tiene amarilla, una gambeta de Neymar hace que le saquen la roja. Pero ojo que este es un Brasil nuevo, de su columna vertebral del año pasado que era Julio Cesar, Lucio, Felipe Melo, Kaká y Luis Fabiano, los últimos tres ya no están. En el fútbol como en la vida, los cambios generan desentendimientos y por ahí está la gran debilidad de Brasil. (Punto aparte, habría que preguntarle a Mano Menezes porque no convocó a Hulk).

El que no tiene cambios sino continuidad son los charrúas. Los uruguayos y su tridente Cavani, Suarez y Forlán se traduce en gol, gol y gol; talento, talento y talento. El tridente es respaldado por ocho guerreros. Que amor por la camiseta tienen los celestes. No se la ponen, la tienen tatuada a la piel. Mucho ojo con los uruguayos no me sorprendería que repitieran la historia de la Copa América del 87, cuando dejaron a Maradona y a su combo relegado a un cuarto lugar.

Tenemos el anfitrión y los invitados de lujo, ahora hablemos de los equipos secundarios. De Colombia no hay que esperar mucho. Primero para ser campeón hay que tener mentalidad de campeón. El primer paso para ser el número uno, es creer que vamos a ser el numero uno. Bolillo ya saco el paraguas: “lo que me importa es el Mundial”. Bolillo es una facilista, un falto de estrategia y no conoce la ambición. Por lo menos debería tener la hombría de comprometerse con una semifinal. Si el director no tiene mentalidad el panorama es muy oscuro.

Pero aparte de mentalidad nos falta gol, en Colombia si hay delanteros que la metan, pero si no los alimentan son leones dormidos. Sin gol y sin mentalidad estamos muy complicados. Pero como diría William Vinasco la esperanza es lo último que se pierde. Esta Colombia tiene aspectos positivos, el primero la base de esta selección es el equipo campeón del sudamericano Sub 20 del 2005, y de la selección que jugó las eliminatorias a Sudáfrica 2010. El segundo es que la mentalidad de los jugadores dista de la de su DT y en sus declaraciones a la prensa se les ve hambre de triunfo. El tercero es su asistente técnico, Leonel Álvarez, transmite su hombría, valentía y amor a la tricolor. Vamos a ver qué pasa, cuando no se espera nada de Colombia es cuando mejor juegan.

Otro invitados secundarios a la fiesta son Chile, Paraguay y Ecuador, pero no creo que les alcance la gasolina para asustar al anfitrión y a los invitados de lujo. Un paso más abajo están Perú, Venezuela y Bolivia, y por ultimo están los equipos a los que no hay que volver a invitar. Son invitados a la fiesta mal vestidos y sin modales: México con media sub 23 y Costa Rica con toda su sub 23, parecen equipos más de barrio que selecciones nacionales.

Pero dejemos a un lado a los invitados de cuarta y volvamos a los de lujo. Como escribir de fútbol sin predecir el futuro, es lo mismo que a apostar sin dinero, desde acá me la juego por Argentina campeón venciendo en la final a Brasil. El anfitrión de una fiesta siempre quiere terminar bailando con las más linda, y en el fútbol la más linda es el trofeo de campeón.