Un día un amigo, amante del futbol, me dijo “El Barcelona me tiene muy mal acostumbrado, desde que los veo no puedo ver otros partidos”. Sin duda el Barcelona de Guardiola es un equipo fuera de serie. En un fútbol tan mezquino ver un equipo que va para adelante es un alivio. Ver un equipo que acaricia la bola en vez de maltratarla es placentero. Alves, Xavi, Iniesta y Messi son más artistas que futbolistas. Sus triangulaciones y sus desplazamientos es ver arte en movimiento. Es una delicia verlos jugar a la pelota. Llevo 20 años viendo fútbol y sin ninguna duda puedo concluir que son el mejor equipo que he visto. La paradoja es que me aburro viendo sus partidos (en especial los de la Liga Española).
Me aburre ver como masacran a equipos pequeños. Me aburre que siempre ganen con holgura y tranquilidad. Me aburren la cantidad de hinchas camaleones que siempre le hacen fuerza el equipo triunfador. Me aburren ver los estatus de esos neo hinchas poner “Vizca el Barça”.
El problema que tengo es que para mí lo que hace al fútbol tan lindo es lo impredecible. Las sorpresas, pero ya sé, sin ver el partido, que el Barcelona ganó y Messi anotó. Para mí el fútbol no es ver a un solista hacer una gran presentación, para mí el fútbol es ver dos contendores que pegan y reciben. Es ver un partido reñido, de ida y vuelta, donde los arqueros de ambas escuadras salen protagonistas. Es ver como el equipo que se creía triunfador sale derrotado, y como los que se creían derrotados salen victoriosos.
Ahora, si yo fuera hincha del Barcelona estaría feliz, sacaría pecho a toda hora, y me burlaría de los demás. Pero no lo soy, y muchos que dicen serlo tampoco lo son. Yo nunca he ido a Barcelona (desafortunadamente), mi familia no viene de allá, y no tengo ningún sentimiento afectivo a este equipo o ciudad. Por lo tanto no puedo ser hincha. Los puedo admirar, como lo hago, pero no puede ser hincha sólo porque son el mejor equipo que haya visto jugar.
Por eso comparto el status de un amigo: “Qué jarta esa modita del Barcelona. Recuerda a los supuestos hinchas furibundos xeneizes (Boca Juniors) colombianos de comienzos de siglo cuando Boca ganaba todo. Hoy que ya no gana nada ni se acuerdan del equipo”. Quiero ver en unos años cuando el Barcelona pierda su hegemonía a dónde van a ir a parar todos estos supuestos hinchas, y la respuesta es fácil: al siguiente equipo ganador.
Lo lindo es que estos neo hinchas que dicen sentirse felices al ver al Barcelona ganar, o los que decían sentirse felices cuando Boca ganaba, no conocen la verdadera felicidad. Porque en el fútbol para sentir esto hay que haber llorado, hay que haberse sentido derrotado y frustrado. Estos neo hinchas acomodados no conocen el sufrimiento y por ende, nunca conocerán la verdadera felicidad que el fútbol nos puede dar.
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Querido amigo, si bien entiendo tu punto acerca de los neo-hinchas del barcelona, me parece que la comparacion con los colombianos hinchas de boca es equivocada.
ReplyDeleteLos Bermudez, Chicho, Cordoba, Perea y Vargas le imprimieron a Boca una cuota de identidad colombiana. De ahi que se hacen "hinchas de Boca". En cambio los neo-hinchas del barsa, solo sienten un arraigo con el equipo cuando lo usan en la playstation.
abrazo y aguante boca
Como todo punto de vista tiene sus más y sus menos. Es cierto, el colombiano promedio (grupo dentro del cual me incluyo) se vuelve ferviente admirador y profundo conocedor, de un momento a otro, de deportes que tiempo atrás, jamás hubiera pensado seguir.
ReplyDeleteLa “pole”, “splash and go”, en épocas de Montoya, nos pusieron a madrugar y trasnochar por seguir sus carreras. Hoy Montoya según la mayoría es un engreído y se divierten cuando ven, por equivocación, que quedó 30 y perdió 5 vueltas con el líder.
Igual pasó con el golf, todos aprendimos que es pasar un corte, y hablamos con propiedad de la dificultad del campo de Augusta National. Este año pinta negro, para Villegas y el bus de la victoria se comenzará a desocupar.
Es nuestra esencia, quizá porque son tan escasos nuestros triunfos deportivos, que cuando aparecen generan una histeria colectiva contagiosa de por sí.
Yo aprendí Baseball por Rentería, automovilismo por Montoya, golf por Villegas, tiro por Belingrot, ciclismo por Luchito y Parra y hoy sigo a la mayoría y me veo el tour y la nascar y estoy pendiente del score de Villegas semana tras semana.
Ahora bien, el futbol es un deporte que es nuestro. Nunca hemos sido campeones del mundo ni veo como lo podamos ser algún día. Y sobre el futbol sí creo que cuando uno es gomoso, y se ve las ligas del mundo, siempre tiende a querer más un equipo que otro. Yo soy Americano, orgullosamente Americano, y le hago la misma fuerza que hacía para que ganáramos la libertadores pero en este caso para que no caigamos a la B.
Es un poco obtuso pensar que solo un caleño puede gozar la salsa, o un bonaerense el tango. O tendríamos que nacer en roma para disfrutar de una buena pizza? El deporte es una fiesta y que bueno que la gente se apropie de el. Para pasar un buen rato no se necesita ser un “Profe Velez”.
Que vivan los que se montan el bus de la victoria!!! de pronto son más felices que los que lloramos las derrotas.
Estoy completamente de acuerdo! Buen blog...opinión clara!
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